martes, 3 de abril de 2018

LOS CENTROS ESCOLARES Y SU CONTRIBUCIÓN A PALIAR EL DESENGANCHE Y ABANDONO ESCOLAR
(Post realizado por F. Campuzano, A. Candelas, N. Carrasco y M.C.Carrasco)


¿Qué ocurre dentro del Centro Escolar? ¿Influye el propio centro en que haya más abandono escolar?


0.- ¿Cuándo empezamos a hablar de abandono escolar?


Los alumnos bien “enganchados” están dispuestos a participar en tareas cotidianas, en realizarlas bien, son curiosos y están interesados en su formación, se sienten parte del centro, del aula y del grupo de compañeros.


Los alumnos “desenganchados” no tienen apenas implicación en la vida escolar en general. Les resulta tediosa e irrelevante  la experiencia en el centro. Muchos de ellos terminan abandonando el colegio.




1.- Relación entre la no implicación del alumno y el abandono escolar:


La pérdida de interés de ciertos alumnos no se produce de un dia para otro… Generalmente comienza con una desgana, se suman tropiezos y fracasos y a menudo termina en el abandono del colegio en Bachillerato. El desinterés va creciendo con el tiempo.


2. El lugar del centro educativo en procesos de desapego y abandono escolar.


En general, a la hora de abordar el tema de desenganche y abandono escolar los discursos más habituales y dominantes han puesto la mirada en el alumno y sus características aunque también se ha empezado a prestar atención al contexto escolar y aquello que acontece en los centros.


2.1. Predominancia de enfoques centrados en el alumno y sus características. Algunos cuestionamientos.


Estos enfoques de investigaciones se caracterizan por su tendencia de “culpar” al alumno, a su familia y entorno, a su pérdida de interés y a su abandono. Tratan de diseñar políticas y recomendaciones para paliar el problema considerando siempre al alumno como el núcleo de él, desperdiciando la influencia que puede tener el centro escolar, el sistema educativo, las injusticias sociales o las prácticas estructurales e institucionales.


Este planteamiento ha recibido múltiples críticas por su manera de analizar y abordar el problema, pues hablan del alumno como perezoso y despreocupado, ponen todo el peso en las limitaciones del alumno y de sus familias sin plantearse que el sistema tenga que cambiar, las diferencias intelectuales, culturales y lingüísticas son consideradas como patologías y déficits y, además, no contemplan que el alumno podría no descolgarse si las experiencias formativas y escolares suficientemente ricas y relevantes para ellos.


2.2. Desarrollo de enfoques centrados en contexto escolar y lo que acontece en los centros.


Cuando se les atribuye la responsabilidad del desenganche o abandono escolar a los alumnos el “orden escolar” vigente queda protegido de cualquier tipo de cuestionamiento explícito. Por ello, no es inusual que los enfoques pedagógicos y las condiciones organizativas queden salvaguardados al hablar del problema. Sin embargo, varios investigadores han insistido en la importancia del contexto escolar en el desarrollo del desenganche y abandono. Dei (2003) decía las escuelas han de llevarse el mérito que las corresponde en el logro de una buena educación y el éxito de sus alumnos, pero también aceptar la responsabilidad que les toca en los fracasos. Smith et al. (2003) afirmaban que las organizaciones escolares, tecnológicas y sociales conforman las posibilidades de vida de los jóvenes, pero hay aspectos que interfieren en que se complete su éxito a su paso por ellas.
En definitiva, este enfoque defiende que la experiencia de los alumnos (aludiendo al currículo ofertado, las relaciones con los demás, las dificultades en el aprendizaje, las estructuras de los procesos organizativos del centro escolar, etc) juega un rol básico en el enganche o desenganche con la escuela y el abandono escolar prematuro, todo ello, además, en interacción con factores externos al centro.


Desde este enfoque, se desarrollan dos planteamientos sobre la importancia de los centros educativos en paliar los fenómenos de no-implicación y abandono:




3-Condiciones y Dinámicas de Funcionamiento de los centros educativos para mayor implicación de los estudiantes.


En lo relativo al desenganche de los alumnos, es fundamental las condiciones interiores de funcionamiento de los centros, la relación entre los profesores, profesores / alumno y claro está entre los propios alumnos, pero como se dice en el artículo recogiendo la cita de Portelli et al (2007):


No hay propuestas-receta pues, entre otras razones, lo que puede resultar de utilidad para un centro educativo en un momento determinado, puede no serlo en otro.


Pero no nos alarmemos, varios autores han llegado a la conclusión de agrupar las posibles soluciones en cuatro categorías temáticas:


  1. Relaciones y clima.
  2. Currículo y enseñanza.
  3. Aspectos estructurales
  4. Relación con la comunidad escolar y el entorno.


3.1. Relaciones y clima


En lo que respecta a las relaciones y clima relacional en el centro escolar toma especial relevancia, la importancia del clima relacional en el centro pues tiene una clara incidencia en el nivel de implicación o enganche de los alumnos con lo escolar y con sus aprendizajes. Por ello los factores fundamentales que afectan a este punto se clasifican en tres grupos que son:


  1. Relaciones entre el profesorado del centro.
  2. Relación entre profesores / alumnos.
  3. Relación entre alumnos.


En cuanto a las relaciones existentes entre los profesores, debemos destacar que una organización que “enganche” debe estar orientada a hacer de la enseñanza una actividad de equipo más que un acto privado, por tanto un buen compañerismo, lo notan los alumnos. Si no los propios profesores se soportan entre sí, ¿Cómo van a hacerlo los alumnos?


En lo que respecta a las relaciones entre Alumnos y Profesores, y viceversa, Seal (2009), subraya su importancia en la implicación del alumnado tras una revisión de la investigación sobre el tema, concluyendo que:


“Las relaciones positivas y respetuosas en el aula ayudan a los jóvenes a sentirse valorados, a buscar ayuda y apoyo cuando lo necesitan y a intentar tareas de aprendizaje en las que hay un riesgo de fracasar, y proporciona motivación intrínseca para permanecer en la escuela” (p. 11)


El autor Zyngier, (2008, 2012) declaró que profesores y alumnos aprenden con y de los demás, como en la que él denomina pedagogía CORE (siglas de Connecting, Owning, Responding, Empowering) (Conectando, Poseyendo, Respondiendo, Empoderando)


Para finalizar, en lo que respecta a las relaciones entre los alumnos, es fundamental que haya una cooperación entre ellos, que unos aprendan de los otros ya sea entre alumnos del mismo curso o de cursos diferentes, pues cultivando relaciones entre alumnos en las aulas con estrategias de enseñanza no “individualistas” asentadas en el trabajo conjunto y compartido: aprendizaje cooperativo, aprendizaje basado en proyectos, etc. Hay que desarrollar un sentido de comunidad entre compañeros.


3.2. Currículo –enseñanza


Para evitar el desenganche los alumnos tienen que sentir que lo que hacen en el aula es significativo para sus vidas.


La propia estructura que tiene el curriculum actual, dividido en asignaturas que nada tiene que ver con la vida “real” de los alumnos, es un factor a tener en cuenta. Y, por otro lado, también hay que tener en cuenta las metodologías, que suelen ser pasivas y aburridas.


Dos soluciones con respecto al curriculum:


a) Un currículo más integrado y que conecte más con la realidad vital del alumnado, que les suponga un desafío, pero sin renunciar a que se sea riguroso académicamente. Tiene que ser un curriculum de grandes ideas, más que centrado en contenidos específicos y parcializados. Además, debe ser un curriculum que ayude al desarrollo de competencias necesarias hoy día, como puede ser la capacidad reflexiva y el manejo de la información y las nuevas tecnologías.


b) Enseñanza-aprendizaje: Es necesario modificar también las metodologías. Hay que alejarse de las lecciones tradicionales y de los libros de texto para desarrollar actividades más relevantes para los alumnos. Son muchas las alternativas que se están desarrollando en estos últimos años, ahora el cómo aprenden nuestros alumnos es tan importante como el qué aprenden.
Además de la metodología, el centro debe buscar que el alumno también aprende fuera del centro, pues el colegio ha dejado de ser la única fuente de conocimiento.


3.3 Aspectos estructurales de la organización:


  1. Espacios y tiempos:


El cómo se planifica, distribuyen y utilizan las instalaciones, o la existencia o no de ciertos espacios (como por ejemplo uno de recibimiento a las familias) van a ser mensajes que el centro envíe de cómo es realmente, si es abierto, cerrado… y todo esto afectará, ayudando o no, al sentimiento de pertenencia que el alumno tenga hacia el centro.


En cuanto al tiempo hay que tener en cuenta que, si se quieren hacer cosas diferentes en el aula, necesariamente hay que reorganizar el tiempo. La mayoría de las teorías hablan de ampliar las sesiones para poder profundizar más en el aprendizaje. Y también se habla de que sean horarios mucho más flexibles, que se puedan modificar de trimestre en trimestre en función de cómo vayan evolucionando los ritmos de aprendizaje.


  1. Estructuras de coordinación y colaboración curriculares


Es el propio curriculum dividido en asignaturas el que condiciona los horarios y a los propios profesores dividiéndolos en departamentos. Esta separación dificulta un trabajo menos parcelado, más colaborativo que ayude y fomente a enganchar a los alumnos. Por ello se buscan profesores implicados y que piensen más allá de sus asignaturas.


3.4-. Conexiones y relaciones con la comunidad.


Por último, es importante tener en cuenta como el centro se relaciona con la comunidad en la que está situado. Es importante que el centro éste abierto a las familias, que estas sea parte fundamental también de la educación de los niños.
Se habla de una “cultura de bienvenida” a las familias: promoviendo una buena comunicación escuela- familia y familia-escuela; es importante que conozcan las políticas del centro, que se promuevan actividades voluntarias para que participen todos, implicarles también con los deberes y en la toma de decisiones… Evitando de esta manera la “mentalidad del bunker”. Estar abierto siempre a la comunidad de la que se forme parte.


Conclusión


El abandono escolar es un fenómeno complejo que requiere una solución compleja.
Si es preciso cambiar los patrones de funcionamiento de un centro hace falta que todos sus integrantes colaboren, no puede hacerlo un “héroe” individual.


Fuente: Artículo de Mª Teresa González González de la Revista PROFESORADO, de la Universidad de Murcia. (ISN 1138-414X (edición papel),ISSN 1989-639X (edición electrónica) del 3/12/2015

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