lunes, 12 de febrero de 2018

Un buen recurso para fomentar el aprendizaje cooperativo en las aulas


El pasado curso, en mis prácticas de grado, escuché por primera vez el concepto aprendizaje cooperativo. Es algo que se me había pasado por la cabeza, y que me parecía un método muy innovador y nuevo. Tras investigar sobre el tema, descubrí que este concepto de cooperación en el aula había sido empleado mucho tiempo atrás.
Nos podemos remontar unos siglos atrás donde encontraremos a Comenio (1592-1670), filósofo y pedagogo checo, quien manifestó que ambos, maestro y alumno, enseñan y aprenden por igual: el profesor debe aprender mientras enseña y el alumno debe enseñar mientras aprende.
En Inglaterra, el reformista Joseph Lancaster (1778-1838) habla del concepto “equipo” mediante la pedagogía del trabajo. Mientras tanto, en Estados Unidos, la pedagogía del pragmatismo de los siglos XVIII y XIX motivaba a la cooperación entre alumnos.
Más tarde, ya en el siglo XX, encontramos a John Dewey y su movimiento de “escuela activa”, donde la interacción y cooperación entre alumnos son conceptos clave.
Otros autores hablan sobre este tipo de enseñanza. En 1994 David W. Johnson, Roger T. Johnson y Edythe J. Holubec escriben ‘El aprendizaje cooperativo en el aula’, donde dan una definición a este concepto. Para ellos, el aprendizaje cooperativo consiste en “el empleo didáctico de grupos reducidos en los que los alumnos trabajan juntos para maximizar su propio aprendizaje y el de los demás” (Johnson et al, 1994:5).
Por tanto, a pesar de que este tipo de metodología está ya definida hace más de diez años atrás, es sorprendente que todavía hoy sea una idea innovadora en el aula y que no esté consolidada.

¿Cómo podemos utilizar el aprendizaje cooperativo en nuestras aulas?
De acuerdo con Johnson, Johnson y Holubec (1994), es necesario hacer un trabajo previo de selección de toma de decisiones importantes. En primer lugar, habrá que hacer una selección de materiales, los cuales serán los mismos que otro tipo de metodologías, pero adaptarlos al modelo cooperativo. Además, el profesor deberá decidir cuáles serán sus objetivos de sus tareas cooperativas.
Tras este paso, se deberá llevar a cabo la conformación de grupo, dependiendo de los objetivos de la clase, de la tarea, etc. Estará determinado el tiempo de duración de los grupos. Díaz y Hernández (2004), identifican tres tipos de grupos: grupo base a largo plazo (por lo menos un año), grupo informal (unos minutos) y grupo formal (un semestre).
Después, se hace una disposición del aula. Hay que tener en cuenta: que los integrantes del grupo se sienten juntos, cara a cara; que el docente pueda tener fácil acceso a cada equipo para supervisar; que los grupos estén lo suficientemente alejados para no interferir unos con otros, pero que se puedan acercar a los demás equipos; y también la posibilidad de que un cambio rápido y silencioso de los grupos.
Por último, se asignarán los roles a desempeñar por los estudiantes, que son: los supervisores del tono de voz, ruidos y turnos; el observador, orientador y encargado de explicar procedimientos, llevar un registro, ofrecer apoyo, aclarar y fomentar la participación; el compendiador, corrector, verificador de comprensión, investigador, mensajero, analista y generador de respuestas; y el crítico de ideas (no de personas), encargado de buscar fundamentos, diferenciar y ampliar, inquisidor, productor de opciones, verificador de la realidad e integrador.

Un buen apoyo
Portada del libro 'Middle School Motivators!'
Tras haber analizado los pasos a seguir para tener una buena cooperación en el aula, me gustaría hablar sobre un recurso que utilicé para desarrollar actividades cooperativas en la unidad didáctica que creé para mi Trabajo Final de Grado. Se trata del libro ‘Middle School Motivators!: 22 Interactice Learning Structures’, dentro del cual podemos encontrar distintas estrategias cooperativas para desarrollar en el aula. La razón por la cual este libro me parece muy útil es que no solo da ideas, sino que han sido llevadas a cabo (de hecho hay ejemplos en cada ejercicio) y han funcionado, con lo cual no se trata de solo innovar porque sí, porque es lo que se lleva a día de hoy en las escuelas, sino que es innovar porque realmente funcionan.

El libro nos muestra distintas actividades, diseñadas según el tipo de grupo: parejas, grupos pequeños o grupos grandes.
En primer lugar, podemos encontrar actividades diseñadas para parejas. Los tipos de actividades que nos plantea son:

  •  Debate duos: en parejas, los alumnos debaten dos puntos opuestos de un tema. Es una actividad tanto escrita como oral ya que primero escriben los puntos a favor y en contra en una misma hoja y después cada uno tendrá 30 segundos para exponer su punto de vista.
  • Inside-Outside Circles/Parallel Lines: Se crean dos círculos de alumnos, uno interior y otro exterior, mediante los cuales los alumnos debatirán de forma rápida, uno frente a otro, sobre temas indicados por el profesor. Los círculos irán girando cada minuto.
  • Quiz Trade: los alumnos se examinan entre ellos. Es una buena forma de revisar entre ellos los contenidos estudiados, además de ser una buena autoevaluación.
  • Swap Meet: los alumnos responden preguntas o recopilan información sobre un tema en particular y después intercambian ideas con diferentes compañeros.
  • Venn-ting: los alumnos comparan y contrastan dos temas. Así, los alumnos no solo verbalizan esas ideas, sino que también las visualizan. Utilizan para esto un diagrama de Venn.
  • Walk and Talk: Mientras van andando por la clase, los alumnos hablan con sus compañeros sobre preguntas o temas dados previamente. Es una manera de energizarse, además de profundizar sobre temas.
  • World Splash: esta actividad se puede hacer tanto en parejas como en pequeños grupos. La idea principal es que los alumnos suelten palabras o frases en una hoja que puedan realizar con un tema en particular.
Más adelante encontramos los diseños para pequeños grupos. Éstos son:
  • Amazing Analogies: los grupos (o parejas) exploran analogías que relacionen el tema que están aprendiendo con un objeto o una actividad común.
  • Around-the-Clock: yendo en sentido de las agujas del reloj, cada alumno hace una pregunta y el resto de sus compañeros hacen turnos de respuesta.
  • Beat the Clock: se trata de que los alumnos, en tiempo limitado, se reten con información del tema que están aprendiendo.
  • Consensus Mapping: los alumnos identifican las ideas principales de un tema en particular, haciendo consenso en grupo.
  • Four Corners: el profesor hace una pregunta y da cuatro opciones. Los alumnos, en función de lo que crean ellos, se van a una esquina y ahí hablan sobre lo que han decidido.
  • Jigsaws: para profundizar en el tema, los alumnos se convierten en expertos de un aspecto en particular sobre el tema a tratar.
  • The Last Word: tras darles una palabra en particular, los alumnos deben escribir palabras que asocien a la primera, y que se formen a raíz de las letras de ésta.
  • Maître d’: la idea principal de este tipo de ejercicio es que los alumnos, a la hora de hablar de un tema en particular, se ayuden entre ellos, formando una actitud positiva de grupo.
  • One-Sentence/One-Word Summaries: los alumnos crean una frase que resuma el tema. Tras ver la frase de cada grupo, toda la clase dará una palabra que sintetice todo el tema.
  • Say Something: este ejercicio es útil para analizar un texto, video o audio. Se dan cuatro puntos a tener en cuenta en el material usado, y los alumnos tendrán que dar su opinión.
  • Stay and Stray: se trata de ver distintas maneras de lograr un objetivo (por ejemplo, un problema matemático).
  • World Café: en cada mesa se tratará un subtema dentro de un tema principal, y los alumnos se pueden ir cambiando de mesa y hablar sobre el tema.
Por último, encontraremos actividades diseñadas para toda la clase:

  • Fact and Fiction: cada alumno escribe algo verdadero y algo falso, y después el resto de la clase tratará de averiguar la frase verdadera y la falsa.
  • Shared Truths: el profesor le da un tema a cada alumno, y éstos no deben compartirlo con el resto. Primero, deben escribir tres cosas sobre su tema. Después, el profesor recoge las hojas donde han escrito, y cogen una aleatoriamente. Leen la primera frase, y pide que los que hayan escrito lo mismo se levanten, y lo mismo con las otras dos. Quien se levante en la última, revela su tema en particular. Así, los alumnos ven la relación de distintas cosas en un mismo tema.
  • Snowball: la idea es escribir algo que hayan aprendido en un trozo de papel, hacen con ese trozo una “bola de nieve”, y lo tiran al centro de la clase (ser claro con que lo hagan comportándose). El profesor va leyendo algunas ideas.
Tras explicar todas las actividades, podemos encontrar las plantillas para las actividades que lo necesiten.

Es un libro que sirve como apoyo, pueden servir de base para desarrollar una actividad, o simplemente para abrir nuestra mente. No obstante, de momento solo lo podemos encontrar en inglés. Esperemos que dentro de poco pueda llegar fácilmente al profesorado español.

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