¿Qué ves cuando te miras en el
espejo? Una persona.
Y tú, ¿qué ves cuando te miras en
el espejo? Una mujer.
¿Tú qué ves cuando te miras en el
espejo? Una mujer negra.
¿Y tú? Una mujer negra trans.
El espejo nos devuelve realidades
muy diversas. Sobre el paraguas de lo que nos encantaría englobar como “persona”,
llueve de muchos colores. Te invito a hacer una prueba: teclea en Google Imágenes
la palabra “persona” y dime qué te devuelve la búsqueda. ¿Cuántas “personas”
que no sean blancas aparecen? ¿Cuántas tienen algún tipo de diversidad
funcional? ¿A qué clase socioeconómica dirías que pertenecen?
Es innegable que todxs somos
personas. Pero también es indiscutible que la aparente neutralidad de este
término es sospechosa. Porque detrás de cada “persona” hay todo un sinfín de
etiquetas que nos construyen y nos posicionan. Y aunque sí, en esencia fuimos,
somos y seremos personas, las estructuras sociales nos colocan en uno u otro
lugar. Sería tan perverso quedarnos inmovilizadxs ante la percepción de que
esas etiquetas determinan nuestro destino como abrazarnos al “todxs somos
personas” sin matizarlo. Porque para que “todxs seamos personas“, algo ha
tenido que removerse en nuestras instituciones. Para que yo, como mujer,
comparta hoy mesa con mis compañeros masculinos. Para que yo, como lesbiana,
pueda casarme si me apetece. O adoptar. O transitar a otro género si así lo
deseo. Para que el mayor éxodo de nuestro siglo no aparezca aún en nuestros
libros de Historia porque se palpa en el presente mientras sí, todxs somos
personas, pero yo, mi, me, conmigo, mi casa, mi perro, mi familia, mi trabajo.
Porque un discurso que se abandera del término persona, pero que no contempla
este análisis ni todos esos cambios que ojalá lleguen más pronto que tarde, no es un discurso completo.
Las aulas de enlace
Por ese motivo, en mi opinión,
hablar de educación inclusiva va ligado necesariamente a la interseccionalidad,
que analiza “cómo interactúan constructos históricos, distribuciones innegables
de poder y/o normatividades restrictivas, que se fundan en categorizaciones
socio-culturales construidas discursivamente, institucionalmente y/o
estructuralmente, como el género, la etnia, la clase, la sexualidad, la edad o
generación, la diversidad funcional, la nacionalidad, etc. para producir
diferentes tipos de desigualdades sociales” (Kóczé, 2011: 134). Es decir, hablar
de interculturalidad no está exento de mencionar la diversidad sexual, las
diferentes realidades socio-económicas o incluir una perspectiva de género. Por
si sirve para aclarar un poco más este palabro, dejo aquí este contenido audiovisual (está en inglés, pero
se pueden poner los subtítulos en los iconos de la parte inferior derecha):
¿Cómo podemos trabajar
la asignatura pendiente de la inclusión en los centros educativos? Las aulas de
enlace contribuyen a hacer de los mismos un espacio más diverso. El manual “Aulas
de enlace: orientaciones metodológicas y para la evaluación” sostiene que “la
Conserjería de Educación de la Comunidad de Madrid activó, a principios del año
2003, un programa experimental de aplicación en los centros educativos
sostenidos con fondos públicos, para facilitar la integración escolar y social
y la incorporación al sistema educativo del alumnado extranjero: Programa
"Escuelas de Bienvenida". Las Escuelas de Bienvenida están concebidas
como comunidades educativas que abogan por una educación intercultural de todos
los alumnos en el conocimiento, comprensión y respeto del otro, propiciando la
interacción socio-cultural y la creación de actitudes favorables hacia las
diferentes culturas”.
Según el portal InmigraMadrid,
las aulas de enlace de esta comunidad no son los únicos ejemplos, puesto que
encontramos las aulas de acogida en Cataluña, Islas Baleares y Murcia; los
programas de refuerzo lingüístico en el País Vasco; las aulas temporales de
adaptación lingüística en Andalucía y Extremadura; las aulas de inmersión lingüística,
en Navarra y La Rioja o los programas de acogida al sistema educativo, en la
Comunidad Valencia.
El objetivo de las mismas es
prevenir el fracaso escolar en aquellos alumnxs que, dada su procedencia, no
tengan un dominio de nuestra lengua, lo cual puede dificultarles el camino
académico. Puede darse el caso tanto de alumnxs que necesiten aprender el
español como lengua vehicular, como otrxs que tengan un grave desfase curricular
como consecuencia de su no haber estado escolarizados en el país de origen.
Esta iniciativa está dirigida al
alumnado de segundo y tercer ciclo de Educación Primaria, así como de Educación
Secundaria Obligatoria, que esté escolarizado en centros sostenidos con fondos
públicos (colegios públicos y concertados). Su estancia en el aula de enlace
será de un máximo de nueve meses, que puede ser durante uno o dos cursos
académicos, según el momento en que se incorporen al aula. Finalizado este
periodo, se produce su incorporación al grupo que les corresponde. En la
Comunidad de Madrid encontramos esta iniciativa en determinados centros: el colegio
Padre Piquer, referente en integración; el colegio San Eulogio, el colegio Santa
Bárbara, el IES Salvador Dalí, el colegio López Vicuña o el colegio San Javier, por citar algunos de ellos.
Dado el contexto globalizador y la
actual realidad multicultural, lograr una educación inclusiva se convierte en
una prioridad. No se trata de una cuestión ideológica, sino de la urgente
necesidad de trabajar desde la integración, de manera que se sienten las bases
del respeto hacia la diversidad. Por si quedara alguna duda, la legislación la incluye
en una de sus competencias:
“Competencia conciencia y
expresiones culturales: “conocer, comprender, apreciar y valorar con espíritu
crítico, con una actitud abierta y respetuosa, las diferentes manifestaciones
culturales y artísticas, utilizarlas como fuente de enriquecimiento y disfrute
personal y considerarlas como parte de la riqueza y patrimonio de los pueblos”
(anexo I, Orden ECD/65/2015, de 21 de enero, p. 7001).
Por último, me gustaría finalizar
con este conocido corto de Pixar que aborda, desde el humor y de una forma
superficial, el modo en que los prejuicios pueden terminar volviéndose en
nuestra contra, de manera que al final el respeto hacia la diversidad siempre
suma en positivo. Tal vez esto nos ayude a mirarnos de otra forma en el espejo
y, quién sabe, quizá volar más alto en lo que a inclusión se refiere.
Bibliografía / recursos online:
Kóczé,Angéla (2011) La
stérilisation forcé des femmes roms dans l’Europe d’aujourd’hui. Genre,
modernité et “colonialité” du pouvoir. Cahiers du Gendre, 50, p. 133-152,
citada en Expósitvo Molina, Carmen (2012) ¿Qué es eso de la interseccionalidad?
Aproximación al tratamiento de la diversidad desde una perspectiva de género en
España. Investigaciones feministas, 2012, vol 3 203-222.
Orden
ECD/65/2015, de 21 de enero. Boletín Oficial del Estado, 29 de enero de 2015,
núm. 25, pp. 6986-7003.
Portal de integración y
convivencia InmigraMadrid: http://www.madrid.org/cs/Satellite?cid=1142319787011&language=es&pageid=1142319785525&pagename=PortalInmigrante%2FINMI_Generico_FA%2FINMI_pintarGenerico
Manual “Aulas de enlace:
orientaciones metodológicas y para la evaluación”. Conserjería de Educación. Comunidad de Madrid: http://www.madrid.org/dat_oeste/a_enlace/AE_orientaciones_metod_eval/pdf/aulasenlace.pdf
Página web “Padres y colegios”: http://padresycolegios.com/Aulas-de-enlace-Un-puente-hacia-la-integracion-3391/
¡Gracias por tu post! Desconocía el término interseccionalidad y el vídeo que has puesto lo aclara de manera muy sencilla.
ResponderEliminarEs verdad que puede haber muchas preconcepciones en torno a la palabra 'persona', aunque debo decir que para mí pensar en ese término no me devuelve una imagen de alguien con cabeza, cuerpo y extremidades, sino que precisamente me hace pensar en la parte espiritual que nos conforma. En mi opinión, es esta espiritualidad, aparte de nuestra capacidad intelectual, la diferencia más importante que tenemos con el resto de animales (aunque seamos espíritus encarnados, no somos simplemente cuerpo).
Sobre las aulas de enlace, qué bueno que existan, y a mí lo que nos contaron del colegio Padre Piquer me admiró. Sí me pregunto (más allá de este colegio en concreto) qué sucede con los alumnos que superan esos primeros 9 meses y se incorporan a la clase que les corresponde. ¿Cómo vivirán esa transición y cómo lo hará el resto de la clase?
Lo de las aulas de enlace también me parece una estupenda idea, pero creo que son 4 colegios los que se lo pueden permitir. El resto se las tienen que apañar como pueden, muchas veces a costa del esfuerzo de los profesores. Y lamentablemente, en muchos sitios se ven incapaces de atender a tantos estudiantes en estas situaciones, y al final los pobres alumnos se tienen que contentar con dedicarse a un grupo concreto de asignaturas, normalmente las que cuentan más a la hora de promocionar de curso, relegando a otras en el olvido.
ResponderEliminarCon respecto a la implantación de una asignatura de inclusión, creo que ya hubo un intento con la de “Educación para la ciudadanía”, pero a muchos les entró el miedo al ver entrar tanta diversidad en las aulas. Y del miedo pasaron a la agresión, a la descalificación y a la burla, hasta que consiguieron cargársela. Yo creo que vamos hacia una sociedad multicultural y diversa, pero todavía hay muchos techos de cristal que romper.