Cada vez más colegios
ofrecen la educación bilingüe en la Comunidad de Madrid, de hecho, este sistema
empezó a implantarse en los colegios públicos de la Comunidad de Madrid en el
curso 2004-2005 (a día de hoy está ya en 463 centros) y en los colegios concertados
en el curso 2008-2009, pero aunque nadie niega las
ventajas del aprender otro idioma, no todos los agentes educativos están a
favor del sistema tal y como está implantado. Según un artículo publicado en
ABC (http://www.abc.es/familia/padres-hijos/abci-educacion-bilingue-si-o-no-201610070153_noticia.html)
hay argumentos a favor y en contra de este sistema. Los argumentos a favor, que entre otros defiende el colegio JOYFE,
serían:
- Diversos estudios científicos evidencian que el bilingüismo a parte de las ventajas lingüísticas, ofrece la capacidad de reaccionar de forma más eficaz a determinados estímulos, desarrollando el Bilingual Mind.
- Por lo general, cuando nos planteamos la importancia de que nuestros hijos sean bilingües, solemos pensar en que podrán potenciar oportunidades laborales y les ofrecerá también la posibilidad de interactuar y conocer nuevas culturas. Pero tiene otras ventajas igual o más importantes que las laborales, como poder desarrollar una apertura mental más allá de su cultura y forma de vida.
- El cerebro de un bilingüe desarrolla nuevas habilidades para procesar y manejar la información almacenada, aumentando la capacidad para resolver problemas con mayor facilidad. Además, consiguen un nivel de concentración superior ya que tienen que trabajar con más información, manteniendo los idiomas separados y accediendo en el momento oportuno a cada uno de ellos.
- Lo ideal es iniciar el bilingüismo a una edad temprana. De hecho, hay bebés que crecen en una familia en la que cada padre le habla en su lengua materna y crecen sabiendo diferenciar perfectamente entre las dos lenguas, sin que este hecho retrase su desarrollo lingüístico, que va más unido a su madurez intelectual.
- Hasta los 8 años, los niños asimilan de forma intuitiva un segundo idioma sin apenas esforzarse. Su cerebro se desarrolla con la capacidad de gestionar «dos seres» monolingües, y viven el proceso con total naturalidad y de una forma sencilla, ya que no necesitan realizar el proceso de traducir el pensamiento de un idioma a otro, como los adultos. De esta forma conseguiremos la principal característica de una persona bilingüe que es la capacidad de pensar y expresarse en ambos idiomas sin dificultad. Aunque siempre habrá un lenguaje dominante en un niño bilingüe.
- Además, la mente de un bilingüe tiene la facilidad de que aunque no utilice durante un tiempo la «segunda-primera lengua» una pequeña «re-inmersión» en el idioma le devolverá la fluidez y confianza.
Desde luego nadie duda de los beneficios de la enseñanza y aprendizaje de idiomas a edades tempranas, ni de la utilidad de los idiomas en un mundo globalizado, pero una cosa es eso, y otra es la forma en que ese aprendizaje se está llevando a cabo en la Comunidad de Madrid. Por eso es importante señalar los argumentos en contra de este sistema.
Entre estos argumentos en contra, me parece muy interesante el post publicado por Susana de la Nuez (https://hayderecho.com/2015/05/19/el-timo-de-la-ensenanza-bilingue-en-la-comunidad-de-madrid/),
donde habla de cómo se implantó el bilingüismo en el colegio de sus hijos y los
resultados obtenidos. Aquí se ve perfectamente la realidad, puesto que, en
teoría, todo funciona siempre muy bien, pero cuando lo aplicamos en las aulas,
nos damos cuenta de que el cuento no siempre puede acabar bien. De hecho, unas
de las afirmaciones que más me ha llamado la atención es la siguiente:
Es cierto que si entonces me hubieran consultado, aunque no lo
hicieron: “¿Quiere usted que sus hijos sean bilingües?” Habría contestado que
sí. ¿No queremos todos lo mejor para nuestros hijos? ¿No sería estupendo que
todos fuéramos bilingües, trilingües, cuatrilingües y todo sin aparente
esfuerzo? Pero también es cierto que les hubiera preguntado: “¿Y cómo piensan
hacerlo?”.
A lo que sigue lo siguiente:
El libro de “Science” de primero de primaria es también de una
prestigiosa editorial – en este caso británica – y desde el primer capítulo
aborda la asignatura dando por hecho que su público nació siendo bilingüe o, en
realidad, en un mundo angloparlante. El primer tema, “El Reino Vegetal” consta
de cinco páginas de “Conocimientos”, seguidas de dos de “Actividades” y una de
“Resumen de lo que he aprendido”. Sólo para llegar hasta allí (el “Resumen”)
hace falta tener suficiente vocabulario, conocer bastante de las más básicas
estructuras gramaticales, echarle muchas horas de clase y estudio y echarle
algo más que desmedido entusiasmo. En definitiva, mientras en inglés
trabajan el verbo “to be” y los más avanzados comienzan a preguntar
por el tiempo (“Isitcloudy? Isitsunny?”), en “Science” estudian la
fotosíntesis o el ciclo del agua.
Desde luego el post no
tiene desperdicio, la autora desmantela todas las “bondades” del bilingüismo y
lo hace de forma ordenada y razonada, basándose en hechos, no puedo estar más
de acuerdo con ella, y soy la primera que defiende una educación bilingüe real
(estoy haciendo la especialidad de inglés), pero no así. Esto no es, como dijo
Javier Marías en un artículo, “ni enseñanza, ni bilingüe”. Está claro que los
alumnos no salen bilingües y, además, parecen salir mucho peor formados en
otras asignaturas, donde dominan un vocabulario muy técnico e inútil a no ser
que quieran dedicarse a la ciencia. Con lo cual, ni aprenden los conceptos en
español ni les sirven en inglés. ¿Qué utilidad tiene saberse los huesos del
cuerpo humano en inglés si el alumno no sabe construir una oración coherente en
ese idioma o no es capaz de entender una conversación básica entre nativos? ¿No
sería más interesante reforzar las horas dedicadas a la asignatura de inglés e
introducirla a edades tempranas que enseñarles los planetas y los fósiles en
inglés? Creo que estas preguntas no son tan descabelladas, me parecen lógicas y
creo que la Comunidad de Madrid debería valorarlo de verdad, en vez de
dedicarse a poner cartelitos de “centro bilingüe” por toda la Comunidad.
Ángel Gabilondo (PSOE de la
Comunidad de Madrid) también ha pedido públicamente que se lleve a cabo la
evaluación y los cambios que eviten “la caída de logros en otras competencias
clave. Nadie pide que se suprima la educación bilingüe, sino que se haga bien”,
indica.
Además, la ausencia de un
análisis oficial de este sistema por parte de la CAM choca con la acumulación
de críticas que sufre el sistema desde fuera. El primer zarandeo llegó
cuando tras realizar un estudio de las capacidades de los estudiantes de
Educación Primaria de los centros bilingües, un grupo de investigadores de la
Universidad Carlos III avisaba de que habían "encontrado un efecto
negativo sobre el nivel de competencias y conocimientos de los alumnos que han
seguido este programa bilingüe en aquellas materias que se han enseñado en
inglés".
Y volviendo a citar a
Susana de la Nuez:
“Resulta curioso además que la implantación del bilingüismo haya
dejado de lado la verdadera filosofía de la educación anglosajona. Si lo
importante es hablar inglés, ¿por qué no dedicar mayores esfuerzos a la
asignatura en sí? Pero, si lo importante no es tanto el idioma sino el
espíritu, ¿dónde quedan los aspectos propios de la educación británica o más
ampliamente, anglosajona? ¿Las clases prácticas, el fomento de la opinión, la
crítica, la expresión de la individualidad y la defensa del colectivo, el
desarrollo de la creatividad y el deporte? Ah no, de eso nada”.
La autora no puede tener
más razón, no se trata sólo de aprender inglés (que no se hace tampoco), sino
de aprender el resto de asignaturas de una manera eficiente, sin que los
alumnos lleguen a odiarlas, porque al final, acaban odiando el inglés y las
asignaturas “híbridas” que se imparten mitad en inglés, mitad en español y que
no hacen mas que crear confusión y desconcierto en los alumnos.
Y según José Luis Pazos,
presidente de la Federación de Asociaciones de Padres y Madres del
Alumnado Francisco Giner de los Ríos, "el Gobierno anterior se negó en
rotundo, y el actual lo único que ha hecho es hacer una especie de valoración ad hoc para demostrar lo que quiere demostrar". Hay datos que
obvia porque serían demoledores y que otros estudios sí que han tenido en cuenta.
Lo que está haciendo la CAM en los resultados que ofrece es desvirtuarlos,
porque los centros bilingües hacen una selección del alumnado. Basta con
comprobar cuántos alumnos empiezan el programa bilingüe en primaria y lo
continúan hasta el último curso de secundaria, y hacer un estudio riguroso
de cuántos de estos niños y niñas han tenido que recurrir a academias
privadas para mantener el nivel que requiere el proyecto bilingüe",
continúa.
En conclusión, podría
decirse que el empeño del gobierno de la CAM en la implantación del bilingüismo
no está siendo positivo y tampoco hay estudios fiables de los resultados
obtenidos, sino opacidad. No se mira por el bienestar real de los alumnos, solo
se persigue un objetivo partidista que no vela por los intereses de los
ciudadanos. La educación va más allá de hablar inglés (o cualquier otro
idioma), es importante formar a los alumnos en todos los ámbitos, que sean
niños y niñas con futuro, con ganas de seguir aprendiendo, con conocimientos
afianzados… Eso no se está haciendo, parece que es más importante recitar los
huesos del cuerpo humano en inglés que cumplir con el objetivo del aprendizaje
por competencias. Después de 10 años de bilingüismo no veo mejoras reales en el
nivel de inglés de los estudiantes, pero lo peor es que tampoco hay mejoras en
el resto de asignaturas.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar¿Sabes? Yo tampoco estoy especialmente de acuerdo con la educación bilingüe que se está impartiendo, considero que bien dices que es ridículo que se aprendan los huesos en inglés si luego no saben hablarlo... pero el otro día hablando con la jefa de estudios y madre de dos adolescentes me dijo algo que me dio que pensar... me dijo que sus hijas si estaban mejorando en inglés (a tener en cuenta que en verano iban a Irlanda) y que sobre todo, lo que evitas en los centros bilingües son alumnos disruptivos, porque normalmente cuando un alumno de primaria en un centro bilingüe no sale bien parado, desde luego el instituto no será bilingüe porque es una dificultad añadida.
ResponderEliminarNunca me había llegado a plantear ese punto, que así como si he visto que añade dificultad a los niños que ya cuentan con ella, hace que las clases puedan ser más dinámicas... es solo a tener en cuenta :), sigo sin que me llegue a entusiasmar la educación bilingüe.
Muy interesante, Sara, no lo había visto desde ese punto de vista. Desde luego quien no se consuela es porque no quiere (hablando de la jefa de estudios, claro) :)
EliminarEn mi opinión, uno de los aspectos más negativos de la enseñanza bilingüe en España, y que no se ha tenido en cuenta en este post, es el pésimo nivel de inglés (sobre todo referente a la pronunciación) de los profesores, sobre todo en primaria. Es precisamente en primaria donde he podido analizarlo, desconozco el proceso en secundaria, pero es en la educación más temprana donde me he encontrado una gran mayoría de profesores que se habilitaron en su momento para dar clases en inglés pues superaron en algún momento un examen básicamente escrito y ahora imparten materias con un acento lamentable. Esta no es una cuestión nada difícil de ver, o sino, bastaría con preguntar por la opinión que los asistentes de conversación que participan en los colegios bilingües (una herramienta muy positiva de estos programas) sobre los maestros con los que comparten aula. Yo lo he hecho varios años y en centros diferentes y salvo uno o a lo sumo dos profesores, el resto merecen una opinión nefasta por parte de los nativos, que no se explican cómo se intenta fomentar el aprendizaje de inglés teniendo la responsabilidad sobre ello personas que no tienen un nivel ni siquiera decente.
ResponderEliminarHe tenido la posibilidad de participar también y de ayudar en un colegio bilingüe en español en el extranjero. No se si ocurre en todos los países pero al menos en Estados Unidos los profesores que imparten materias en español, francés o chino son nativos de dichos idiomas. Sé que ésto plantearía un serio problema de competencia por las plazas de maestro o profesor en España, pero pienso que el bilingüismo no podrá tomarse en serio en este país hasta que, como mínimo, se exija un nivel hablado en condiciones a los futuros maestros de asignaturas en inglés.
Muy interesante la aportación Ana. Mis hijos van a centros públicos bilingües y había detectado algunos de los aspectos que destacas en tu artículo, pero no había sido capaz de sistematizarlo hasta leer tu blog
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