domingo, 18 de febrero de 2018

SUPERVISIÓN - EJE DEL CAMBIO EN LOS SISTEMAS EDUCATIVOS - PRESENTACIÓN 9-2-2018 (GONZÁLEZ-GRIJELMO-GROSMAN)



Analizamos el artículo “La supervisión. Eje del cambio en los sistemas educativos”, escrito por Mª Antonia Casanova en el 2015.

                              

Este artículo es fruto de la observación y el estudio de la trayectoria de los sistemas educativos en los últimos años, en el conjunto de países iberoamericanos.

Se observa que en la década presente, han sido numerosas las reformas educativas puestas en marcha tanto en España como en Iberoamérica. Parte de esas reformas tienen que ver con la mejora de la calidad de la educación que exige la sociedad actual, pero hay otra parte que se ve que responde a los deseos de muchos países por figurar en los primeros puestos del ranking de evaluaciones internacionales, como la del informe PISA. Muchas medidas de cambio van encaminadas a adaptar los sistemas a lo que piden esas pruebas que periódicamente se pasan.

En paralelo con los cambios educativos, y dado que muchos de ellos han afectado a la estructura del sistema, la supervisión se ha visto también involucrada en los mismos. Unas veces para bien y otras no tanto.

De cualquier manera, lo que resulta seguro es que la supervisión educativa no deja indiferente a casi nadie: ni entre los docentes, ni entre los administradores de la educación.
La supervisión se encuentra entre la Administración y el centro docente, realizando una labor de puente entre ambos.

Las normas de la Administración llegan a las escuelas a través del supervisor, y el funcionamiento obtenido en la aplicación de esas normas, las exigencias sociales o las necesidades de la escuela también llegan a través del mismo a la Administración.

Funciones de la Supervisión Educativa

De forma genérica, puede afirmarse que los supervisores se encargan, habitualmente, de informar, asesorar, mediar, controlar y evaluar.

                                                   

Información:
El supervisor conoce ampliamente los centros escolares y también la normativa, con lo cual tiene en sus manos la posibilidad de facilitar información a todos los sectores sociales interesados en el campo de la educación: familias, profesorado de todos los niveles, personal no docente, alumnado, personal de las distintas administraciones -locales y centrales- que se relacionan con el sistema, etc.
Se mantiene actualizado tanto en temas legales como técnico-pedagógicos.

Asesoramiento:
Habitualmente, el inspector posee una formación académica especializada. Y es por ello que existen determinados campos, realmente amplios, en los que, casi, es el único especialista en el sistema educativo que puede abordar con garantías de conocimiento teórico-práctico: organización, administración, gestión, evaluación..., de los centros docentes y del sistema educativo.
Resulta el profesional idóneo para asesorar, casi siempre a los directivos de los centros o a los Administradores de la educación

Mediación:
El camino que recorre la información entre realidad y normativa, sociedad y administración, se lleva a cabo a través de la mediación que realizan los inspectores. Si falla este mecanismo, la teoría y la práctica educativas corren el riesgo de quedar sin conexión.
Su papel mediador se pone de manifiesto claramente en las situaciones de conflicto escolar, en las que resulta una pieza clave para resolver los problemas, más o menos graves, planteados.

Control:
Consiste en la comprobación de cómo se está aplicando la normativa legal que rige el sistema está a cargo de la supervisión. Para ello se visita el centro con cierta frecuencia.
Las consecuencias de este control -casi un mero diagnóstico- conducen al ejercicio de otra función, más amplia, como es la de evaluación.

Evaluación:
Es la función genuina de la supervisión.
Supone el ejercicio de la valoración permanente del sistema educativo: para reforzar los puntos fuertes y para superar la situación existente en las áreas de mejora.

Finalidades de la supervisión.



Las dos finalidades de la supervisión son garantizar los derechos de la persona a una educación de calidad y mejorar la calidad educativa del sistema.

La responsabilidad de garantizar una educación de calidad es del supervisor a través de un modelo de evaluación formativa y continua, es decir, una evaluación externa junto con una evaluación interna (autoevaluación) llevada a cabo en el centro.

El objetivo de la supervisión es el perfeccionamiento de los procesos educativos.
Hace décadas se hablaba de la supervisión como garantía de calidad educativa en niños, y actualmente este término ha sido modificado a persona. Los cambios en la sociedad han generado cambios en la educación, en la que ahora el conocimiento es una educación permanente, al margen de la edad. Los informes internacionales sobre educación recogen este derecho de la persona a educarse a lo largo de la vida.

Tanto la evaluación como la supervisión no gozan de una buena imagen. Si se cambia el modelo educativo (transformándose en una herramienta válida) ambos (la supervisión y la evaluación) serán aceptados e imprescindibles en la calidad educativa.

La sociedad actual y el modelo de supervisión.

La sociedad avanza a pasos agigantados: avance del conocimiento, las nuevas tecnologías, la globalización, sociedad multicultural y cambiante…por lo que este cambio exige un cambio de actitud. Con este cambio las funciones de la supervisión en sí no cambian, pero sí su contenido ya que hay escuelas diferentes con niños y adolescentes que presentan diversidad y hay que poder garantizar la calidad educativa a esta diversidad.

¿Responde la normativa a lo que exige la sociedad?

  

1      LOGSE: es la primera que engloba la inspección en el capítulo de calidad y amplía las tareas de la inspección.
          LOE: La inspección educativa busca la mejora del sistema educativo y de su calidad. No profundiza en el trabajo del supervisor.
   
       LOMCE: No cambia nada en especial, mantiene los cambios de la LOE.

La inspección, garante de la calidad educativa.

Los inspectores deben avalar la calidad educativa. Deben:
-          Conocer la normativa vigente y la realidad del centro docente,
-          Controlan y velan por el cumplimiento legal de las normas.
-          Favorecen la optimización de los recursos humanos, funcionales y materiales.
-          Asesoran a directivos y profesorado.
-          Informan a la comunidad escolar.
-          Median entre la Administración y la escuela.
-          Evalúan formativamente el funcionamiento de las escuelas.

Los supervisores bien formados garantizan la recogida de información más adecuada para conocer la realidad educativa del centro a estudiar. Si hubiese alguna disfunción, éstos podrán valorar y corregir tal situación de la forma más idónea y rápida posible.

Pueden surgir algunos problemas ante la figura del inspector. Los docentes que son evaluados pueden experimentar una sensación de control externo por parte del inspector. A su vez, el inspector podría optar por un sistema de sanciones en donde podría infravalorar las virtualidades de cada docente. Esta visión estaría lejos de un carácter formativo de la supervisión.

Cambio reforma, innovación y supervisión educativa.

Es muy importante la colaboración entre la dirección de los centros y la supervisión para llevar a cabo un correcto funcionamiento sistémico.

Así entonces, la supervisión deberá de atender a estos tres parámetros:

·       Cambio:

Es dejar de hacer una cosa para hacer otra. No garantiza la mejora de la situación.

·       Reforma:

Supone volver a hacer todo lo ya establecido. Viene impuesto de forma extrínseca por la Administración, la cual buscará la modificación de las situaciones para corregirlas y mejorarlas. Implica grandes cambios sistémicos en donde se buscará una modificación de las estructuras, los currículos y del profesorado. Todo ello implica cambios a largo plazo.

·       Innovación:

Se alterará algo para introducir alguna novedad. El centro tendrá la necesidad de estar al día para atender al contexto social en el que se sitúa. Por tanto, no se esperará a que llegue la Administración con sus leyes que todo lo modifican. Es importante llevar a cabo un proceso de evaluación riguroso de los nuevos proyectos, esto nos permitirá saber si tales innovaciones resultan beneficiosas para los alumnos.  

Deberemos adoptar una actitud creativa para realizar y aplicar nuevos proyectos en las aulas. La innovación debe atender a cumplir con los requisitos que nos exige la Administración. Así pues, se deberá atender a los contenidos curriculares, a la transversalidad, al desarrollo de las competencias básicas para la vida diaria y a la diversidad. Es importante ceñirse a la aplicación los modelos de actividades propuestas, así como a los objetivos previstos y su temporalización. Analizar el cómo y qué vamos a registrar será igual de importante que los modelos propuestos, ya que se tendrá que considerar objetivamente y de forma medible los resultados obtenidos de tal innovación para ver su respectivo beneficio educativo.

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