(Post realizado por F.
Campuzano, A. Candelas, N. Carrasco y M.C.Carrasco)
¿Qué ocurre dentro del Centro Escolar?
¿Influye el propio centro en que haya más abandono escolar?
0.- ¿Cuándo empezamos a hablar de abandono escolar?
Los alumnos bien “enganchados” están dispuestos a
participar en tareas cotidianas, en realizarlas bien, son curiosos y están
interesados en su formación, se sienten parte del centro, del aula y del grupo
de compañeros.
Los alumnos “desenganchados” no tienen
apenas implicación en la vida escolar en general. Les resulta tediosa e
irrelevante la experiencia en el centro.
Muchos de ellos terminan abandonando el colegio.
1.- Relación entre la no implicación del alumno y el
abandono escolar:
La pérdida de
interés de ciertos alumnos no se produce de un dia para otro… Generalmente
comienza con una desgana, se suman tropiezos y fracasos y a menudo termina en
el abandono del colegio en Bachillerato. El desinterés va creciendo con el
tiempo.
2. El lugar del centro educativo en
procesos de desapego y abandono escolar.
En general, a la hora de
abordar el tema de desenganche y abandono escolar los discursos más habituales
y dominantes han puesto la mirada en el alumno y sus características aunque
también se ha empezado a prestar atención al contexto escolar y aquello que acontece
en los centros.
2.1. Predominancia de enfoques centrados en el
alumno y sus características. Algunos cuestionamientos.
Estos enfoques de investigaciones se caracterizan
por su tendencia de “culpar” al alumno,
a su familia y entorno, a su pérdida de interés y a su abandono. Tratan de
diseñar políticas y recomendaciones para paliar el problema considerando
siempre al alumno como el núcleo de él, desperdiciando la influencia que puede
tener el centro escolar, el sistema educativo, las injusticias sociales o las
prácticas estructurales e institucionales.
Este planteamiento ha recibido múltiples críticas por su manera de
analizar y abordar el problema, pues hablan del alumno como perezoso y
despreocupado, ponen todo el peso en las limitaciones del alumno y de sus
familias sin plantearse que el sistema tenga que cambiar, las diferencias
intelectuales, culturales y lingüísticas son consideradas como patologías y
déficits y, además, no contemplan que el alumno podría no descolgarse si las
experiencias formativas y escolares suficientemente ricas y relevantes para
ellos.
2.2. Desarrollo de enfoques centrados en contexto
escolar y lo que acontece en los centros.
Cuando se les atribuye la responsabilidad del
desenganche o abandono escolar a los alumnos el “orden escolar” vigente queda
protegido de cualquier tipo de cuestionamiento explícito. Por ello, no es
inusual que los enfoques pedagógicos y las condiciones organizativas queden
salvaguardados al hablar del problema. Sin embargo, varios investigadores han
insistido en la importancia del contexto escolar en el desarrollo del
desenganche y abandono. Dei (2003) decía las
escuelas han de llevarse el mérito que las corresponde en el logro de una buena
educación y el éxito de sus alumnos, pero también aceptar la responsabilidad
que les toca en los fracasos. Smith et al. (2003) afirmaban que las
organizaciones escolares, tecnológicas y sociales conforman las posibilidades
de vida de los jóvenes, pero hay aspectos que interfieren en que se complete su
éxito a su paso por ellas.
En definitiva, este enfoque defiende que la experiencia de los alumnos
(aludiendo al currículo ofertado, las relaciones con los demás, las
dificultades en el aprendizaje, las estructuras de los procesos organizativos
del centro escolar, etc) juega un rol
básico en el enganche o desenganche con la escuela y el abandono escolar
prematuro, todo ello, además, en interacción con factores externos al centro.
Desde este enfoque, se desarrollan dos planteamientos sobre la importancia
de los centros educativos en paliar los fenómenos de no-implicación y abandono:
3-Condiciones y Dinámicas de
Funcionamiento de los centros educativos para mayor implicación de los
estudiantes.
En lo relativo al desenganche de los alumnos, es
fundamental las condiciones interiores de funcionamiento de los centros, la
relación entre los profesores, profesores / alumno y claro está entre los
propios alumnos, pero como se dice en el artículo recogiendo la cita de
Portelli et al (2007):
No hay
propuestas-receta pues, entre otras razones, lo que puede resultar de utilidad
para un centro educativo en un momento determinado, puede no serlo en otro.
Pero no nos alarmemos, varios autores han llegado
a la conclusión de agrupar las posibles soluciones en cuatro categorías
temáticas:
1. Relaciones y clima.
2. Currículo y enseñanza.
3. Aspectos estructurales
4. Relación con la comunidad escolar y el entorno.
3.1. Relaciones y
clima
En lo que respecta a las relaciones y clima
relacional en el centro escolar toma especial relevancia, la importancia del
clima relacional en el centro pues tiene una clara incidencia en el nivel de implicación o enganche de los
alumnos con lo escolar y con sus aprendizajes. Por ello los factores
fundamentales que afectan a este punto se clasifican en tres grupos que son:
1. Relaciones entre el profesorado del centro.
2. Relación entre profesores / alumnos.
3. Relación entre alumnos.
En cuanto a las relaciones existentes entre los
profesores, debemos destacar que una organización que “enganche” debe estar
orientada a hacer de la enseñanza una actividad de equipo más que un acto
privado, por tanto un buen compañerismo, lo notan los alumnos. Si no los
propios profesores se soportan entre sí, ¿Cómo van a hacerlo los alumnos?
En lo que respecta a las relaciones entre Alumnos
y Profesores, y viceversa, Seal (2009), subraya su importancia en la
implicación del alumnado tras una revisión de la investigación sobre el tema,
concluyendo que:
“Las relaciones positivas y respetuosas en el
aula ayudan a los jóvenes a sentirse valorados, a buscar ayuda y apoyo cuando
lo necesitan y a intentar tareas de aprendizaje en las que hay un riesgo de
fracasar, y proporciona motivación intrínseca para permanecer en la escuela”
(p. 11)
El autor Zyngier,
(2008, 2012) declaró que profesores y alumnos aprenden con y de los demás, como
en la que él denomina pedagogía CORE (siglas
de Connecting, Owning, Responding,
Empowering) (Conectando, Poseyendo, Respondiendo, Empoderando)
Para finalizar, en lo que respecta a las
relaciones entre los alumnos, es fundamental que haya una cooperación entre
ellos, que unos aprendan de los otros ya sea entre alumnos del mismo curso o de
cursos diferentes, pues cultivando relaciones entre alumnos en las aulas con
estrategias de enseñanza no “individualistas” asentadas en el trabajo conjunto
y compartido: aprendizaje cooperativo, aprendizaje basado en proyectos, etc.
Hay que desarrollar un sentido de comunidad entre compañeros.
3.2. Currículo
–enseñanza
Para evitar el desenganche los alumnos tienen que
sentir que lo que hacen en el aula es significativo para sus vidas.
La propia estructura que tiene el curriculum
actual, dividido en asignaturas que nada tiene que ver con la vida “real” de
los alumnos, es un factor a tener en cuenta. Y, por otro lado, también hay que
tener en cuenta las metodologías, que suelen ser pasivas y aburridas.
Dos soluciones con respecto al curriculum:
a) Un
currículo más integrado y que conecte más con la realidad vital del alumnado,
que les suponga un desafío, pero sin renunciar a que se sea riguroso
académicamente. Tiene que ser un curriculum de grandes ideas, más que centrado
en contenidos específicos y parcializados. Además, debe ser un curriculum que
ayude al desarrollo de competencias necesarias hoy día, como puede ser la
capacidad reflexiva y el manejo de la información y las nuevas tecnologías.
b)
Enseñanza-aprendizaje: Es necesario modificar también las metodologías. Hay que
alejarse de las lecciones tradicionales y de los libros de texto para
desarrollar actividades más relevantes para los alumnos. Son muchas las
alternativas que se están desarrollando en estos últimos años, ahora el cómo
aprenden nuestros alumnos es tan importante como el qué aprenden.
Además de la metodología, el centro debe buscar
que el alumno también aprende fuera del centro, pues el colegio ha dejado de
ser la única fuente de conocimiento.
3.3 Aspectos
estructurales de la organización:
A. Espacios y tiempos:
El cómo se planifica, distribuyen y utilizan las
instalaciones, o la existencia o no de ciertos espacios (como por ejemplo uno
de recibimiento a las familias) van a ser mensajes que el centro envíe de cómo
es realmente, si es abierto, cerrado… y todo esto afectará, ayudando o no, al
sentimiento de pertenencia que el alumno tenga hacia el centro.
En cuanto al tiempo hay que tener en cuenta que,
si se quieren hacer cosas diferentes en el aula, necesariamente hay que
reorganizar el tiempo. La mayoría de las teorías hablan de ampliar las sesiones
para poder profundizar más en el aprendizaje. Y también se habla de que sean
horarios mucho más flexibles, que se puedan modificar de trimestre en trimestre
en función de cómo vayan evolucionando los ritmos de aprendizaje.
B. Estructuras de coordinación y colaboración
curriculares
Es el propio currículum dividido en asignaturas
el que condiciona los horarios y a los propios profesores dividiéndolos en
departamentos. Esta separación dificulta un trabajo menos parcelado, más
colaborativo que ayude y fomente a enganchar a los alumnos. Por ello se buscan
profesores implicados y que piensen más allá de sus asignaturas.
3.4-. Conexiones
y relaciones con la comunidad.
Por último, es importante tener en cuenta como el
centro se relaciona con la comunidad en la que está situado. Es importante que
el centro éste abierto a las familias, que estas sea parte fundamental también
de la educación de los niños.
Se habla de una “cultura de bienvenida” a las
familias: promoviendo una buena comunicación escuela- familia y
familia-escuela; es importante que conozcan las políticas del centro, que se
promuevan actividades voluntarias para que participen todos, implicarles
también con los deberes y en la toma de decisiones… Evitando de esta manera la
“mentalidad del bunker”. Estar abierto siempre a la comunidad de la que se
forme parte.
Conclusión
El abandono escolar es un fenómeno
complejo que requiere una solución compleja.
Si es preciso cambiar los patrones de
funcionamiento de un centro hace falta que todos sus integrantes colaboren, no
puede hacerlo un “héroe” individual.
Fuente:
Artículo de Mª Teresa González González
de la Revista PROFESORADO, de la Universidad de Murcia. (ISN 1138-414X (edición
papel),ISSN 1989-639X (edición electrónica) del 3/12/2015
Me ha gustado el post. En lo referente al tema del grado de implicación de los alumnos en clase. Sam Intrator lo expone bien en el artículo que he adjuntado. Describe que existen 6 grados de implicación en los alumnos:
ResponderEliminar- Slow time, el tiempo pasa muy lento para ellos.
-Lost time, una forma profunda de desenganche,el tiempo se desdobla y no saben dónde están pasando en ese momento.
-Fake time, los alumnos hacen que escuchan sin atender.
-Worry time. cuando piensan sus problemas de la vida diaria.
-Play time, cuando escuchan canciones o ven videos.
-Engaged time, los alumnos conectan con la actividad en clase de forma emocional y animada.
Aquí el link:
http://www.ascd.org/publications/educational-leadership/sept04/vol62/num01/The-Engaged-Classroom.aspx