viernes, 26 de enero de 2018

Slow Schooling

¿Qué es el Slow Movement?


Nació hace más de 30 años como respuesta al modo de vida tan acelerado. Es una corriente cultural que promueve calmar actividades humanas tomando el control del tiempo.
Se originó en Italia como protesta a la apertura de una hamburguesería, los vecinos de la ciudad  no querían ese establecimiento de fast food y sus reivindicaciones eran poder valorar y recuperar  todo lo que rodeaba a la gastronomía que ellos consideraban que eran tan buen e importante en su cultura.  Pronto este movimiento se extendió a otros aspectos de la sociedad.


Educación


Rudolf Steiner, más de un siglo antes del nacimiento del Slow Movement, fue pionero en una educación opuesta al  aprendizaje acelerado. Steiner consideraba que  no debían aprender a leer antes de los 7 años y que los niños en  sus primeros años debían estar jugando. A partir de estos pensamientos, la metodología Waldorf está basada. Esta pedagogía ofrece herramientas a los niños para desarrollar su identidad en  su totalidad como objetivo de construir una sociedad más humana y tolerante. Esta pedagogía se adapta a todos y a  cada uno de los alumnos.
En el año 2002 se creó el movimiento Slow Schooling que defiende que es mejor aprender y estudiar a un ritmo lento. 
Rechaza los sistemas de aprendizaje memorísticos, defiende un tipo interactivo, donde se aprende escuchando y a través  de conversaciones y discusiones entre estudiantes.
Se apoya en 5 pilares:
     • Alfabetización ecológica: educación para un mundo sostenible, 
        que potencie el respeto por y para la naturaleza, generando un 
        consumo responsable.
     • Creatividad: son más importantes los procesos que los resultados. 
        De esta manera se observa cómo se enlazan creatividad y descubrimiento.
     • Huertos escolares: los alumnos aprenden a observar el ritmo del crecimiento 
        de frutas y verduras, que nada tiene que ver con la rapidez.
     • Conocimiento: se adquiere a través de cuestionar argumentos, reflexionar, 
        escuchar y debatir.
     • La autoridad en materia educativa: se alerta de las consecuencias de dejar 
        la responsabilidad de definir la estrategia educativa a los gobiernos. 

Aprender mediante el diálogo, la autonomía y la libertad, bajo unas normas y adaptándose a los tiempos de cada niño.  De esta manera, los procesos lentos permiten profundizar mejor los conocimientos y por medio de la libre expresión y el juego.
Un aspecto importante es que tienen en cuenta los distintos ritmos de aprendizaje de cada alumno para poder educar de manera  más eficiente y humanizada. Se inspira en las escuelas Summerhill, Montessiori y Waldorf.


Carl Honoré


El máximo representante a nivel internacional del Slow Schooling es Carl Honoré, un periodista Escocés nacido en 1967,  es el autor del libro “Elogio de la lentitud” sobre este movimiento. Defiende una sociedad paciente y que priorice la vida. 
En sus exposiciones siempre aconseja unos criterios para conseguir vivir y no sobrevivir.
  1.    Dedique algo de tiempo cada día a apagar todos los artilugios. No hay excepciones. Y ningún  retroceso.
  2.    Para neutralizar la ansiedad que provoca la desconexión, avise a sus amigos y colegas que no va a estar disponible durante las 24 horas del día para que sepan que pueden encontrarle en un horario determinado.
  3.    Programe alguna actividad al aire libre todos los días y aparque el teléfono. La naturaleza actúa  como un bálsamo calmante.
  4.    Mantenga un diario o una cuenta corriente del tiempo que está delante de una pantalla durante una semana. A veces, ver por escrito la cantidad de horas que se han invertido en utilizar la tecnología sirve para concienciarte y decidir recortar.
  5.    Salga de casa sin un cargador de teléfono. Se verá obligado a utilizar el teléfono con mayor     moderación para evitar quedarse sin batería.
  6.    Apague cualquier pantalla media hora antes de acostarse y no las vuelva a conectar hasta        después  de media hora de despertarse. Esto le dará el tiempo y el espacio para pasar a un ritmo más saludable.
  7.   Descanse desconectando los aparatos unos momentos al día.
  8.   Apague sus notificaciones (Instagram, Whatsapp , etc.) De esa manera puede decidir cuándo ver una actualización en lugar de que constantemente le distraigan esos sonidos.
  9.   Realice actividades libres de tecnología, algo como yoga, meditación, ecología, lectura, cocina, lo que más le apetezca.

A nivel nacional, el director de la escuela Fructuós Gelabert, Joan Domènech en su libro “Elogio de la educación lenta”.
En una entrevista con Carl Honoré, comentan las principales características de este movimiento.

¿Pero cómo aplicamos esto a las clases? 


Aníbal de la Torre, profesor de matemáticas en el IES Antonio Gala de Palma del Río (Córdoba), nos daba, una serie de propuestas, 
tanto para profesores como para alumnos que ayudarían a implementar el slow movement en las clases:
  •     Las programaciones están para cumplirlas, siempre y cuando el alumnado esté completando los aprendizajes.
  •     Los primeros cinco minutos de clase pueden ser para conversar con nuestros alumnos.
  •   Prueba alguna vez a no llevarte al aula en la mochila; porta sólo un texto literario, un problema, una noticia, un mural,… seguro que podrá surgir hasta algo de magia.
  •   Cuando expliques, hazlo despacio, pero sobre todo mira todo lo que puedas a sus caras, intenta adivinar  un poco lo que piensan.
  •    Cuando consigas lo anterior intenta atisbar un poco lo que sienten.
  •    Si a las dos semanas de comenzar el curso ya eres capaz de acertar con las notas finales que     sacarán  el 90% del alumnado, ya sabes la de tiempo que puedes ganar si olvidas de registros y rúbricas.
  •    No deberes y actividades extraescolares pero las 24 horas 7 días por semana necesitan tiempo y espacio  para poder jugar, para poder soñar, para poder, explorar el mundo a su ritmo mirar     hacia  dentro y conocerse.
  •   Camina despacio por los pasillos, siempre y cuando los compañeros de guardia te lo permitan, y con la cabeza un  poco alta, saludando a todo lo que se mueva.
  •    El yoga es complicado, no me gusta, pero alguna pequeña técnica de control respiratorio en    grupo puede ser útil. 

       

 ¿Dónde puedo encontrar colegios Slow Schooling?



Existen diversos centros que siguen esta pedagogía, los más conocidos son:
  •  Xixupika: Se encuentra en Bilbao y trabajan con esta metodología Slow Schooling debido a que piensan que los niños y niñas no nacen obsesionados por la velocidad ni el consumismo, son los adultos los que les llevamos a eso. El juego libre es muy importante porque ayuda a los niños a desarrollas su habilidad de aprendizaje, no implica trabajo, planificación, horarios ni objetivos.


  • Andolina: Es un colegio de Educación Infantil y Primaria ubicado en Gijón, Asturias, es            privado, mixto y laico y se trata de una  cooperativa de familias, sin ánimo de lucro y declarado de interés social. Llevan a cabo un plan de trabajo innovador que permite al alumnado no limitarse, para desarrollar todo su potencial.





¿Y usted lector, que opina de este movimiento lento?


              😎😎😎😎😎😎😎😎😎😎😎😎😎😎😎😎😎😎😎😎😎😎😎😎


8 comentarios:

  1. Me parece un artículo muy interesante!! Creo que esta sociedad debe concienciarse con el ritmo de vida con el que se está viviendo (o SOBREVIVIENDO...). Además este estilo de vida también está afectando a la educación, y continuamente vemos y notamos esta IMPACIENCIA en las aulas. Por tanto, tal y cómo dices en este artículo debemos aprender PRIORIZAR en todos los aspectos de nuestra vida.

    ResponderEliminar
  2. Carl Honoré me parece un hombre sabio. Hay que detener el ritmo frenético que llevamos todos para comprender que nos estamos perdiendo muchas cosas importantes de la vida real, mirando a través de una lente o de una pantalla de ordenador. En lo que se refiere a la educación me parece genial la idea de permitir a los alumnos unos minutos de conversación para que puedan relajarse o descomprimirse de la clase anterior y comenzar con ganas la siguiente. No se puede pretender que niños que han atendido durante 45 minutos a un profesor presten atención inmediata al siguiente profesor que espera en la puerta.

    ResponderEliminar
  3. Desconocía totalmente este movimiento, y lo veo en mis hijos pequeños que necesitan todo ya que el esperar unos segundos lo pone muy inquietos y nerviosos. Algunas técnicas que propones en el artículo las aplicaré para mi vida en familia y también en el colegio.

    ResponderEliminar
  4. No lo conocía para nada y me ha parecido súper interesante. Creo que todo lo que sea aprender a calmar las cosas y relajar el nivel que lleva ahora la sociedad es bueno.
    Pienso que es algo difícil a gran escala e incluso algo utópico, pero gran post!

    ResponderEliminar
  5. El slow movement no es solo una pedagogía, es una forma de vida. Es adaptar la vida a tu ritmo. Otro ejemplo de colegio con esta pedagogía puede ser O Pelouro, en Galicia. Este colegio va un poco más allá, conviven todo tipo de niños, desde niños con sindrome de down, espectro autista o dificultades cognitivo-sociales, con niños con altas capacidades. Os dejo el enlace de la web por si quereis dar una vuelta (http://www.opelouro.com/es/index.html)

    ResponderEliminar
  6. Un articulo interesante a la par que educativo. Es una manera más de apreciar un aprendizaje mas calmado y fuera del ritmo de vida acelerado de la sociedad actual.

    ResponderEliminar
  7. El movimiento Slow invita a reflexionar y a cuestionar nuestro sistema actual y nuestro estilo de vida diario, siendo esclavos del trabajo, del reloj, de la prisa, de las exigencias externas, de las obligaciones, de las personas.....vivimos como si no hubiera mañana. Vivir la vida tan rápido no tiene sentido porque no vives la vida plenamente.Extrapolado a la Educación, me parece un movimiento muy deseable aplicarlo en la etapa primaria de enseñanza, y así evitar que durante el desarrollo y aprendizaje en los niños, caigan en la vorágine alocada y vertiginosa del ritmo de vida de los adultos.

    ResponderEliminar