Bienvenidos al nuevo mundo de la educación. Pasen y vean, pero sobre todo aprendan.
Es innegable que la sociedad ha avanzado a pasos agigantados en los últimos tiempos. La tecnología y los avances en infinitos campos han hecho del siglo XX un siglo de progreso, mejora y descubrimiento, lo cual se ha prolongado, o incluso acrecentado, en el siglo XXI. Los modelos de vida y sociedad se han visto enormemente influidos por la incorporación de ordenadores, internet, smartphones... y un sinfín de modernidades que ha trastocado el mundo tal y como lo conocíamos hasta ahora. Hoy en día, todo el mundo, desde las más grande multinacionales hasta un particular, tiene acceso a las enormes posibilidades que se ofrecen en la red, pues esta herramienta abre un amplio abanico de opciones para todos los gustos y exigencias.
Sin embargo, hay un ámbito que parece haber caído un poco en el olvido, al menos en términos generales. Efectivamente, hablamos de la educación. La educación es la madre de cualquier sociedad. En su momento, ya defendía Marx que la educación es un instrumento utilizado para preservar el sistema capitalista actual, así como los valores y normas que rigen la sociedad. De acuerdo con esta idea, otros autores han defendido que la educación, por tanto, no puede ser un motor de cambio social. Para estos, el colegio no es más que una institución que adoctrina a los jóvenes y los prepara para el mundo adulto, donde deberán someterse a relaciones jerárquicas de poder, cumplir unos horarios establecidos de forma incuestionable y seguir una vida conformista sin cuestionar la precariedad de su situaciones.
Nada más lejos de la realidad. Desde aquí, estamos de acuerdo con las palabras de García-Page (2015) cuando afirma que la educación puede ser, efectivamente, el cemento con el que se construya un puente hacia un mundo mejor.
Por todo lo expuesto, consideramos de esencial importancia la continua revisión y mejora del modelo educativo para lograr dichos fines. Ahora bien, la mayor parte de este cambio no debe estar liderada por leyes incongruentes, o decretos de paja en los que las palabras claridad y concisión brillen por su ausencia. Este cambio debe tener como protagonistas a los profesionales del pupitre y la pizarra, a aquellas personas que nos llevan de la mano hacia horizontes nuevos, y nos hacen bucear en un océano de conocimiento, en lugar de chapotear en la superficie. Los profesores son la herramienta necesaria para el cambio. Eso sí, teniendo en cuenta que, a pesar de ser los protagonistas del cambio, no deben ser los protagonistas de sus aulas.
Atrás deben quedar aquellos profesores parecidos a generales de cuartel, de regla en mano y golpe en pecho. La educación debe avanzar, igual que lo hizo la sociedad, hacia nuevas metas y nuevas metodologías que adapten el aprendizaje a la realidad que hoy se vive. Y la respuesta a esto no es otra que la implantación de las TIC, es decir, las Tecnologías de la Información y la Comunicación. Según Gómez Gallardo y Macedo Buleje (2010: 211),
"Las TIC brindan herramientas que favorecen a las escuelas que no cuentan con una biblioteca ni con material didáctico. Estas tecnologías permiten entrar a un mundo nuevo lleno de información de fácil acceso para los docentes y alumnos. De igual manera, facilitan el ambiente de aprendizaje, que se adaptan a nuevas estrategias que permiten el desarrollo cognitivo creativo y divertido en las áreas tradicionales del currículo".
Gracias al uso de computadoras, los alumnos pueden desarrollar diversas capacidades, tales como la comprensión, la lógica y la memoria, a la vez que se mueven en un mundo que les es familiar y necesario. Por tanto, el proceso de aprendizaje se ve muy favorecido.
Desde este blog, nos gustaría acercar una nueva metodología que puede resultar bastante útil e interesante, pues puede adoptarse como metodología en sí, pero también como actividad para usar de forma recurrente para romper con la monotonía de aquellos profesores más tradicionales. Esta metodología se conoce como Clase Invertida o Flipped Classroom.
Teniendo en cuenta su etimología, este concepto está muy ligado a su nombre, pues el verbo to flip significa literalmente dar la vuelta. Por tanto, la clase invertida o flipped classroom es un modelo pedagógico que voltea la manera tradicional de enseñanza-aprendizaje. Convencionalmente, el profesor daba una explicación en el aula para acabar enviando las actividades pertinentes a los alumnos con el fin de que las realizaran en casa. No obstante, este modelo está basado en la idea de que, a través de la realización de vídeos explicativos por parte del profesor, los alumnos deberán atender a las explicaciones en su casa, es decir, en horario no lectivo, transformando la clase en el lugar de afianzamiento de los contenidos y debate (Kachka, 2012).
Usando esta metodología, los alumnos gozarán de una atención más personalizada y directa por parte del profesor, ya que podrán resolver sus dudas individuales de manera que favorezca al grupo completo.
Entre sus mayores ventajas, podemos encontrar:
- Individualización y mayor centralización en los alumnos.
- Mejor relación profesor-alumno.
- Aula abierta para compartir el ejercicio con las familias y otros profesores.
- Mayor cooperación.
Sin embargo, debemos admitir que no todos los aspectos son positivos, y deberemos prestar especial atención a los siguientes a la hora de implantar dicho método. Por tanto, los mayores inconvenientes son:
- Preparación minuciosa por parte del docente.
- Acceso a internet de todos los alumnos.
- Dificultad para llevar a cabo con grupos grandes, pues dificultaría la atención sobre cada uno de ellos.
- Generar motivación en los alumnos, pues resultaría imposible avanzar si no realizan su parte de trabajo en casa, que es ver el vídeo.
Según Basal (2012), podemos encontrar tantos tipos diferentes de Flipped Classroom como docentes que las impartan. Uno de los aspectos más importantes será el contenido y la forma que le demos al mismo una vez que llevemos a cabo el vídeo que los alumnos deberán ver en casa. Así, destacamos dos entornos de aprendizaje, el interior y el exterior del aula, los cuales deben compenetrarse sin problema y relacionarse entre sí completamente. Para ello, dice Basal (2012), el docente debe tener en cuenta varios aspectos fundamentales: El primero de ellos es planear concienzudamente lo que va a realizarse dentro y fuera del aula, así como lo que se pretende que ocurra en cada lugar con los alumnos. El segundo es realizar una correcta selección de actividades, siendo variadas dentro de lo posible y atendiendo a la diversidad curricular de los estudiantes a los que el vídeo vaya dirigido, independientemente de su capacidad. El tercer aspecto es, como se ha mencionado un poco más arriba, integrar los elementos que se pretenden trabajar en casa con los que se van a realizar con posterioridad en el aula con el fin de cubrir todos los huecos posibles y resolver todas las dudas. Por último, el cuarto de los aspectos es utilizar una plataforma de aprendizaje en la que los niños puedan seguir las explicaciones y consultar los vídeos de una forma ordenada y amena, pues la enseñanza de la Flipped Classroom debe estar directamente conectada a ellos.
A pesar de todo ello, creemos que el aula invertida es una gran idea con la que los alumnos pueden verse involucrados en su proceso de aprendizaje. La enseñanza tradicional, a pesar de tener sus puntos fuertes, debe ser complementada con innovaciones que acerquen los conocimientos al mundo del alumno. Ciertamente, no pensamos que este método deba ser el principal hilo conductor de un curso escolar, pues lo alumnos también podrían verse perjudicados por un sistema repetitivo. En cambio, consideramos que la Flipped Classroom es una herramienta maravillosa para salir de la rutina de otras metodologías y que, quizá una vez por cada unidad didáctica, el profesor podría preparar un vídeo para que los jóvenes usen las TIC. Además, si la realizamos bien, los alumnos aprenderán los conocimientos a la vez que desarrollan la autonomía mediante el trabajo que realizarán en casa, y el trabajo cooperativo gracias al trabajo de clase, puesto que los alumnos más aventajados podrán ayudar a sus compañeros con mayores dificultades mientras estos se sirven de los primeros con el fin de equiparar el nivel y continuar la clase con un ritmo adecuado.
¿Y tú?
¿Te atreves a "flippear" la enseñanza?
Bibliografía
Basal, A. (2012). The use of flipped classroom in foreign language teaching. The 3rd Black Sea ELT Conference “Technology: A Bridge to Language Learning”. Recuperado de http://www.researchgate.net/publication/257308725_Using_videorecording_ method_in_listening_and_speaking_classes/file/3deec524e38242c047.pdf#page=8.
Basal, A. (2012). The use of flipped classroom in foreign language teaching. The 3rd Black Sea ELT Conference “Technology: A Bridge to Language Learning”. Recuperado de http://www.researchgate.net/publication/257308725_Using_videorecording_ method_in_listening_and_speaking_classes/file/3deec524e38242c047.pdf#page=8.
García-Page, E. (2015). El principal motor del cambio social. eldiario.es. Recuperado de http://www.eldiario.es/clm/palabras-clave/principal-motor-cambio-social_6_438216177.html
Gómez Gallardo, L. & Macedo Buleje, J. (2010). Importancia de las TIC en la educación básica regular. Investigación educativa. 14(25), 209-224. Recuperado de http://revistasinvestigacion.unmsm.edu.pe/index.php/educa/article/view/4776
Gómez Gallardo, L. & Macedo Buleje, J. (2010). Importancia de las TIC en la educación básica regular. Investigación educativa. 14(25), 209-224. Recuperado de http://revistasinvestigacion.unmsm.edu.pe/index.php/educa/article/view/4776
Kachka, P. (2012): Understanding the Flipped Classroom. Recuperado de http://www.facultyfocus.com/articles/teaching-with-technologyarticles/understanding-the-flipped-classroom-part-1/.
Buen artículo, sobre todo para quienes estamos en el camino de convertirnos en docentes. Todas las herramientas que nos ayuden en este proceso, bienvenidas son. Sim embargo, aunque entiendo y defiendo que la tecnología permite elaborar nuevos modelos educativos (y está bien que así sea), tengo la necesidad de destacar que no podemos depositar en la misma todas nuestras esperanzas. El alumnado ya hace uso de las mismas un elevado número de horas al día, por lo que, sin que esto signifique no usarlas, sí creo que habría que explorar también otras herramientas que nos lleven más a lo corporal y al contacto personal. En un mundo conectado a través de la red, donde cada vez más las relaciones se tejen desde la distancia física que Internet acorta, me parecería interesante pensar, por ejemplo, formas de dar la clase desde el teatro, desde dinámicas que impliquen salir del aula y favorezcan el contacto entre las personas que la integran.
ResponderEliminarMuy buen post. Estoy totalmente de acuerdo en la necesidad de usar más las TICs en el aula. La sociedad ha cambiado. Los niños ya no nacen con un pan debajo del brazo, ahora lo hacen con una tablet. Si queremos que se impliquen en nuestras clases tendremos que acercarnos a ellos. Una buena manera es usando las nuevas tecnologías con ellos, pero de manera educativa por supuesto. Así ellos estarán más motivados y con ganas de aprender. El contacto físico es necesario, por supuesto, pero las TICs no son un impedimento para ello. Al revés, creo que acercan más al profesor con unos adolescentes que, muchas veces, nos ven como seres de otros planetas. Vamos a demostrarles que también somos una generación tecnológica.
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